Entre batidos y paracaidas.

Tú dices - Ahora mismo lo que me apetece es un batido de chocolate.
Y el universo contesta - Te voy a dar un paracaídas.
- No, no has entendido. Me estoy deshidratando, tengo la boca seca, y lo que más necesito es un batido a poder ser fresquito.
- No, paracaídas.
- Me estoy muriendo de sed. Nunca me han interesado los deportes de riesgo y mucho menos el paracaidismo, lo que yo quiero y necesito es un batido.
- No, paracaídas.
- Es que el mundo no me entiende , el universo no me escucha. Yo sé lo que quiero, y quiero un batido!
- Paracaídas, paracaídas.
- ¿Pero por qué?
- Paracaídas, paracaídas, paracaídas.
- Pero al menos dame un por qué, una razón para este sinsentido.
- Paracaídas, paracaídas, paracaídas -
Bueno piensas, por una vez voy a ceder - dame el paracaídas dichoso ese!
Sólo una vez que te lo pones, el universo se relaja y te dice:
- Si querías un batido, ¿Por qué no te lo tomaste antes de caerte del avión?. Y ahora ábrelo que no te queda tanto tiempo. Imbécil.