En el descansillo de la escalera, cuando bajo corriendo por las mañanas, con el café aun en la boca, me encuentro siempre a un niño que me pregunta con voz deliciosa.
-¿ Donde vas ?. Yo le respondo, que voy al mundo a trabajar. Él abre mucho los ojos, y dice bueno, ya jugaremos otro día. - ¿ Mañana ? . Si mañana- respondo yo. Y el niño se queda ahí en las escaleras, muy quieto, está pensando, con sus enormes ojos abiertos. - Yo tengo una colección de insectos, me dice, y tu eres una hormiga...oO