Frente al espejo

Me sabía. Conocía cada resquicio de mí y asimilaba mis defectos. Con cada uno por separado peleaba...

Pero ahora me he sentado frente al espejo y la imagen que éste me devuelve me supera: maldita amalgama de realidades de mí contra las que tanto tiempo he venido luchando.

Sólo que ya me flaquean las fuerzas...

Me rindo.

Al final ha conseguido doblegarme esta puta cabeza.


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