Y mañana de mañana...

Nunca creí que se me haría tan largo… Nunca, lo juro. Si en algún momento lo pensé, al instante siguiente ya no quise hacerle caso. Porque los horizontes son hermosos sólo cuando están llenos de cielos morados y sueños naranjas… Si no mejor no mirarlos. No nos vaya a cegar la tumbada luz del ocaso.

Cada día basta. Las distancias cortas, los pasos contados…

Caminar. Sólo un pie detrás de otro. Aunque sea despacio.

“Starting over” (¡menudo regalo!).

Y mañana otra vez. Y mañana de mañana…