LOS CUENTOS NUNCA FUERON DIVERTIDOS

El aire frío duele... me da coraje. La última vez que sentí frío fue hace unos instantes, en la mano que mueve el ratón, tras llevar un rato escribiendo. Pero eso es soportable. También puedo aguantar cuando camino por la calle y se me ha olvidado ponerme un gorro para cubrir mi cabeza...
Recuerdo uno de los peores días. Llegué a casa pálida, sin fuerzas. Me puse dos camisetas de manga larga, una chaqueta de lana, un pantalón de chandal, unos calcetines gruesos de lana y me metí en la cama. Me tapé con un edredón de plumas y dos mantas. Tardé horas en entrar en calor. Estaba allí, acurrucada, encogida y sin poder moverme. Alguien entraba de vez en cuando en la oscura habitación para ver como me encontraba. Por supuesto, no pude cenar ese día. Apenas había digerido la comida del mediodía.

A raíz de esto, me acordé de un clásico de la literatura infantil, “La Cerillera”, o creo que se llamaba así, porque lo leí hace muchos años. En una calle nevada, una niña enciende cerillas a la vez que va pidiendo deseos. Muere sola, en una dura noche de invierno.
Qué triste me hizo sentir aquel cuento... recuerdo que me hizo reflexionar mucho...no entendía nada ¿Pero es que nadie va a recoger esa chica que se está muriendo de frío? ¿A nadie le da pena? Qué duros y dramáticos son los cuentos para niños. También secuestros y maltratos como en Hansel y Grettel. Esos chicos muertos de hambre.¡Qué tristeza!. Y sí, diréis que casi todos tenían un final feliz, pero las pasaba putas hasta que terminaba. No así el de La cerillera que, aunque recuerdo que se reunía con su abuelita que estaba en el cielo, a mi aquello no me convencía y pensaba “joer, que se ha muerto, ¿qué más da que venga su abuela a buscarla desde el cielo?” ¿o era la madre?. El caso es que no me negaba a leerlos, creo que en esa época fui un poco masoca.
En fin... ¿Quién dijo que tenemos a los niños entre algodones? Me doy cuenta de que realmente sufría leyéndolos, porque siempre encontraba una semejanza con la realidad. En casi todos ellos, había un asesinato o moría alguien. Y luego hablan de la televisión, como si en los libros para niños no hubiera crueldad. Y no, no pienso hablar de Heidi, ni de cómo la sacaron del pueblo para ir con una parapléjica...


Comentarios

ùioyu


Anónimo
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tienes toda la razon. yo sufria yme mortificaba por todos ellos y pensaba en el hubiera o si estuviera"" como si existiera.


Anónimo
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