qué pronto es..

por qué amanece si en mi cuarto la noche envuelta en el manto de alquitrán que emborrona mis pupilas nunca duerme, cuánto sol ahí fuera y qué recia es la losa que me arropa por las noches; maldita claridad que desnudas sin pudor la memoria del pasado; yo por mi parte sólo grito buscando olvido; y el eco de mis sordos gemidos no me devuelve palabra alguna, sólo la imagen muerta de lo que nunca fue pero que aún vive en mi mente; cruel enemigo de la amnesia emborráchate conmigo, que si no he de darte alimento al menos sabré cómo engañarme en tu regazo para fingir que has olvidado mi teléfono; déjame y te prometo no volver a coquetear con tu enemigo; de aquí en adelante sólo yo enfrentaré mis desatinos, siéntate un ratito conmigo a orillas del mar muerto mientras me fumo el último cigarro que me ata a la vida..luego parte, húndete a solas en la alcantarilla que da entrada a los entresijos del alma de la que hoy me despojo...


0

Comentarios

Es extraordinario confirmar cuan real es la sintonización tematica y experiencial de quienes expresan el sufrimiento existencial estéticamente por medio de la palabra escrita o cantada. Hay un tango cuyo título es "La última Curda." ("Curda" es el término del argot tanguero--este argot es llamado lunfardo--para designar la "borrachera"). "Borrachera", por otra parte, es también un argot, pero su uso se ha universalizado.
Lo que trato de decir es que tu reclamo ante la invasion de la luz ("cuánto sol ahí afuera y qué recia es la losa que me arropa por las noches"), y además el caracter "final" o escatológico de tu escritura, mas el apelo al alcohol, establecen un paralelo con el mensaje y con muchas imágenes mismas de ese tango que me has traido a la memoria. Aquí va:

Lastima bandoneón mi corazón,
tu ronca maldición maleva
tu lágrima de ron me lleva
hacia el hondo bajofondo
donde el barro se subleva.
Ya sé, no me digás, tenés razón,
la vida es una herida absurda
y es todo todo tan fugaz
que es una curda nada mas
mi confesión.

Contame tu condena
decime tu fracaso
no ves la pena que me ha herido,
y hablame simplemente
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido.
Yo se que te hace daño,
yo se que te lastimo
llorando mi sermón
de vino,
pero es el viejo amor
que tiembla, bandoneón
y busca en un licor
que aturda,
la curda que al final
termine la función
corriéndole un telón
al corazón.

Un poco de recuerdo
y sin sabor
gotea tu rezongo lerdo,
marea tu licor
y arrea la tropilla de la zurda
al volcar la ultima curva.
Cerrame el ventanal
que quema el sol
su lento caracol de sueño
no ves que vengo de un pais
que esta de olvido siempre gris
tras el alcohol.

Contame tu condena
decime tu fracaso
no ves la pena que me ha herido,
y hablame simplemente
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido.
Yo se que te hace daño,
yo se que te lastimo
llorando mi sermón
de vino
pero es el viejo amor
que tiembla, bandoneón
y busca en un licor
que aturda,
la curda que al final
termine la función
corriéndole un telón
al corazón.

No se de dónde eres, por lo tanto no se si te extrañará la forma rara en que los versos son conjugados en este tango. Es porque esta es la variedad dialectal de Castellano que se habla en Argentina. Puede que no conozcas otro vocablo que aparece en este tango, y que es muy importante en el mismo-- ya que el narrador o protagonista de esta narrativa dialoga con el artefacto que esta palabra denomina: me refiero a "Bandoneón." Bandoneón es el instrumento de fuelle que constituye el principal originador de la melodia en el tango. Es el instrumento más importante en la orquesta de tango. Es parecido al acordeón (pero este parecido, si bien observado y oído, es bien lejano). Muchas veces internacionalmente se confunde al bandoneón con el acordeón, lo que constituye un craso error: El bandoneón tiene un formato cuadrado, su fuelle se abre desmesuradamente, y tiene una valvula de escape que se utiliza muchísimo más, y tiene un rol mucho, pero mucho más importante en la melodía, que la del acordeón en las melodías para la cual este último instrumento es utilizado. Pero, al final, todo esto no tiene ninguna relación con lo que me llevó a escribir este comentario a tu lamento. Así que lo dejaré ahi mismo. Pero, volviendo al tango; sabiendo qué exactamente "nombra" la palabra bandoneón, puedes entender que, cuando el poema/tango abre con "Lastima bandoneón, mi corazón", el narrador pide al bandoneón un último tango.
En fin, tu hermoso y desgarrador lamento trajo a mi memoria este tango. Espero te guste esta letra, que a mi me parece magnífica, y su melodía la eleva a un plano sublime.
Si quieres enviar tu direccion de email a mono@hugopezzini.com te enviaré (via email) una magnifica versión grabada de este tango (formato mp3) cantado por Susana Rinaldi, acompañada (como debe ser, si el espíritu de esta letra es respetado) solamente por un bandoneón. Abrazos,
Hugo


Anónimo
Imagen de Anónimo