extraño dios que te amó

¿Cómo entender, yo ignorante,
que entre tanto malo, estuvieras tan serena ?
¿Cómo poder comprender, que siendo ya nada,
fueras tan grande, y fuerte, y eterna?
Tus ojos consumidos me miraban, despidiéndose.
Ojos drogados, insertos en tu cuerpo menguado,
cuerpo pequeño, pequeño, pequeño...
ínfimo ya tu cuerpo.
Y tu sonrisa me besó, ¡ay! Último beso de amor:
inmenso y apretado beso.
Tu sonrisa sin atisbo de miedo:
¡Valiente tu maldito pequeño ser!
Tus dedos infinitos amarrándose ya a tu cielo,
Ese dios tuyo que te hizo sonreír
hasta el último minuto de tu aliento.
Ese dios que te ofreció sufriminento,
- amor- decías, llámalo como quieras, pero se que dolía; tu cuerpo remendado callando gemía.
¡Me gustaría conocer a ese dios!
Que te hizo siempre buena.
Dulce, fiel, generosa y dolorosamente buena.
Qué tendrá tu dios que me interroga,....
Desconfío,
Pienso.
Agradecer a ese ente,
Que por fin te aliviara,
y te matara amando, en calma, feliz, quieta.