TCuento

Soy un hámster humano, me paso el día girando la rueda de mi vida.
Como soy más grande que los hámsters normales, tardo en dar una vuelta completa aproximadamente veinticuatro horas. La velocidad con que la muevo depende de muchos factores internos: de mi estado de ánimo, mi salud física y mental... Además hay factores externos: el clima, la familia, el trabajo, los amigos.....oO

... la primera vez que empecé a escribir esta historia , estaba en casa , sólo, cuando escribi la primera linea, sonó el timbre... ,me di cuenta de que me habian encontrado y quemé el pedazo de papel que contenia el relato, abri la puerta ,y ... nadie...oO

Siempre creí que en este planeta era imposible encontrar gente soñadora que crea en la magia, que se la juege por lo que cree justo, que luche aunque todas las puertas estén cerradas, que hasta las personas que consideras mas cercanas te dan vuelta la espalda... pero esta persona me enseño muchas cosas que ni si quiera el se imagina, me enseño a demostrar lo que sentía sin importar si el otro sentía lo mismo, sin importar el miedo al rechazo, con el simplemente importaba sentirlo cerca, ni si quiera verlo a diario si no que saber que estaba ahí y para mi y yo también estaba ahí para el, cuando estaba triste yo era feliz ayudándolo a sentirse mejor, en realidad era feliz de cualquier manera si se trataba de estar con el...oO

En el descansillo de la escalera, cuando bajo corriendo por las mañanas, con el café aun en la boca, me encuentro siempre a un niño que me pregunta con voz deliciosa.
-¿ Donde vas ?. Yo le respondo, que voy al mundo a trabajar. Él abre mucho los ojos, y dice bueno, ya jugaremos otro día. - ¿ Mañana ? . Si mañana- respondo yo. Y el niño se queda ahí en las escaleras, muy quieto, está pensando, con sus enormes ojos abiertos. - Yo tengo una colección de insectos, me dice, y tu eres una hormiga...oO