Acabo de prepararlo todo y estoy aquí esperando a que llegue el rey Baltasar con los últimos regalos. Los niños por fin están sopa, ¡menos mal!, porque el cabroncete "mi cariño", así le gusta que le llame, estuvo en danza hasta casi medianoche. Quería ver a los reyes, y yo que si no te duermes no vienen, y él que si se habrán comido ya el roscón y los dulces que habíamos preparado... ¡pero si hasta dejaron hierba y agua para los camellos! Así que ahora, cuando Baltasar llegue, mientras los reyes escriben una carta con lo de "como habeis sido buenos..." , nosotros nos pondremos morados a lacasitos y polvorones, y hasta puede que nos acabemos la hierba... la de los camellos, digo... (!?)..oO